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Sierra del Halo

La Sierra del Halo está ubicada al sur-sureste de Jalisco con una extensión de más de 240,000 hectáreas de bosque distribuidas entre los municipios de Pihuamo, Tecalitlán y Jilotlán de los Dolores. La mayor concentración de bosque se localiza en Tecalitlán, pues 179,000 hectáreas le pertenecen al municipio. Su conformación forestal es mezclado de pino, encino, y hojosas varios como el fresno, madruño, etc.

Esta riqueza forestal es un recurso renovable y mejorable por su excelente calidad de estación, entendiéndose por su calidad de estación a las cuencas y micro-cuencas distribuidas en el municipio. Las altitudes de esta región boscosa oscilan entre los 1,100 y los 2,900 metros sobre el nivel del mar.

La fauna que habita en la Sierra del Halo es bastante nutrida y diversa, conformada por reptiles, mamíferos, y aves. En cuanto a los reptiles existen víboras de cascabel, apalcuates, colarillas, entre otras. Con respecto a los mamíferos podemos encontrar zorros, linces, gatos montés, pumas (o león mexicano), etc. En la zona forestal se han podido apreciar quetzales mexicanos (o koas), aguilillas, huacos, calandrias, keleles, codornices, gallinas silvestres, las chachalacas, etc.

La fundación Hispánica de Tecalitlán se debió al interés de los españoles por los ricos yacimientos minerales que en aquellos años fueron descubiertos en esta región. Entre los minerales que destacan se encuentran el oro, plata, hierro, y mármol. Es importante mencionar que con motivo de los asentamientos españoles se edificaron algunas haciendas que hasta hoy sobreviven dentro la zona urbana, como la Hacienda del Beneficio y la Hacienda Carrizalillos.